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Esta combinación súper fácil de dos platos clásicos será la estrella en tu próximo brunch, pero también es excelente para la cena. Sírvelo con una ensalada verde al lado.
1 cucharadita de mantequilla
8 huevos grandes huevos
1 taza de crema batida espesa
1 cucharadita de sal, dividida
1 cucharadita de pimienta negra recién molida
2 tazas de croquetas de patata congeladas
1 taza de queso cheddar fuerte
1/2 taza de tocino cocido, picado
1/4 taza de cebollas verdes picadas
Paso 1:
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C). Engrase un molde para pastel de 9 pulgadas con mantequilla.
Paso 2:
Batir los huevos en un tazón grande. Agrega la crema espesa; batir hasta que esté bien mezclado. Sazone con 1/2 cucharadita de sal y 1/2 cucharadita de pimienta negra.
Paso 3:
Combine las croquetas de patata, el queso cheddar, el tocino y las cebollas verdes en otro tazón. Sazone con la 1/2 cucharadita de sal restante y 1/2 cucharadita de pimienta negra.
Paso 4:
Vierta la mezcla de huevo en el molde para pastel engrasado. Agregue la mezcla de papas fritas suavemente, asegurándose de que algunas de las papas fritas permanezcan por encima de la mezcla de huevo. Coloque el molde para pastel en una bandeja para hornear.
Paso 5:
Hornea en el horno precalentado hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio, unos 45 minutos. Deje reposar el quiche hasta que cuaje, unos 10 minutos, antes de cortarlo en rodajas.
Por porción:
329,9 calorías; 15,9 g de proteína; 6,3 g de carbohidratos; 258,6 mg de colesterol; 750,8 mg de sodio. Nutrición completa