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Prepare estas galletas rebanadas y horneadas con anticipación y guárdelas en el congelador para un regalo de día lluvioso.
Coloque cuatro pedazos de papel encerado o envoltura de plástico de 12x14 pulgadas de largo.
Bate la manteca, el azúcar blanco, el azúcar moreno y la mantequilla de maní en un tazón grande con una batidora eléctrica. Batir el extracto de vainilla y los huevos hasta que estén suaves y esponjosos.
Mezcle la harina y el bicarbonato de sodio en un recipiente aparte hasta que estén bien combinados. Agregue gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de huevo, revolviendo hasta que se mezclen.
Divida la masa en 4 piezas y forme cada pieza en un rollo de 8 a 10 pulgadas. Envuelva los rollos en papel encerado preparado o envoltura de plástico y colóquelos en el congelador hasta que esté listo para hornear.
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C). Cubra las bandejas para hornear con papel pergamino.
Retire la masa del congelador y córtela en rodajas de 1 pulgada de grosor. Corta cada rebanada en cuartos y enrolla cada pieza en una bola. Coloque en la bandeja para hornear preparada y use un tenedor para aplanar con un bonito diseño entrecruzado.
Hornee en el horno precalentado hasta que estén ligeramente dorados alrededor de los bordes, de 8 a 10 minutos. Enfriar en rejillas.